Después de varios días de lluvia y frío, el buen tiempo quiere hacer acto de presencia. Parece que el sol quisiera alargar sus rayos y asomarse con cautela por entre las nubes. Se deja ver, en lucha abierta contra las masas oscuras cargadas de lluvia.
Igual que un brazo se extiende para alcanzar algo, así pretende el sol acariciarlo todo, dejar su huella, cálida, llena de luz. Fundirse en un abrazo con los campos que engalanan sus flores ante su sola presencia y teñir sus vestidos de vivos colores. Envolver amorosamente los tallos, con dulzura… esperando que llegue el momento del encuentro con los primeros brotes. Así es el sol, fuerza que penetra por los resquicios, esperanza tras los días grises, despertar de los sentidos, calor, ánimo ....vida.
Pilar.
Imagen tomada de la red.
Es cierto que el sol es una fuerza que penetra en nuestro interior. YO , aunque no me gusta tomar el sol,siento que le necesito. Un día soleado me proporciona energía, y alegría. Besos.
ResponderEliminarPues no sé si me tachareis de rara, pero a mí me gustan los días grises. Aquí tenemos tanto sol que lo que apetece es lo contrario.
ResponderEliminarUn abrazo