No hay virtud más eminente
que el hacer sencillamente
lo que tenemos que hacer.
Cuando es simple la intención
no nos asombran las cosas
ni en su mayor perfección.
El encanto de las rosas
es que siendo tan hermosas
no conocen lo que son...".
José María Pemán.
Estamos rodeados por rosas que no conocen lo que son y por lo que se creen rosas y son sólo sus espinas...
ResponderEliminarUn besote
Hacer sencillamente lo que tenemos que hacer , es muchas veces tarea difícil. La poesía es capaz de transformar lo que de otra forma decimos, en algo más fácil y hermoso.
ResponderEliminarSaludos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBonito poema, Pilar. Muchas gracias por tu visita a mi blog y por la tarde tan estupenda que pasamos con vosotros. Un abrazo de tu vecina del 4. Alicia.
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