viernes, 26 de agosto de 2011

REGRESO




Descanso para mi cuerpo y mi espíritu es lo que espero encontrar en estos días en los que vuelvo a dejar Madrid para continuar con las vacaciones familiares. Se me hace extraña esta nueva sensación de tranquilidad y pocas prisas después de estos intensos días  cargados de emociones fuertes.  De camino, vamos dejando atrás autobuses llenos de peregrinos. Es el retorno a la realidad de cada uno, la vuelta a casa.
Me pregunto si los demás sentirán lo mismo que yo siento, si sus corazones andarán agitados como el mío, expectantes a lo que vendrá después.  Respondimos a la invitación que se nos  hizo, salímos al encuentro del amigo que venía a hablarnos.  En un baño de multitudes le dimos la bienvenida, recibimos atentos su mensaje, y dijimos adios a unos inolvidables días con la sensación que queda  al despedirse de algo grande. Dejamos el ruido, el calor, la multitud... y mientras todo va quedando atrás,  y  en mi mente oigo aún el eco de los cánticos y el júbilo en la gran fiesta,  mi corazón descansa en una inexplicable sensación de paz.  Silencio es lo que ahora busco, para poner nombre  a tanto  sentimiento,  para responder a tanta pregunta que busca salir de dentro.

Silencio,  no necesito más, solo silencio.

 Pilar.
 

jueves, 11 de agosto de 2011

Esperanza

Carlitos necesita de nosotros de una manera especial.Desde que nació hace muy poquitos años su vida ha sido de constante lucha. La noticia de su nuevo ingreso en el hospital me pilla lejos,de vacaciones,donde parece que el tiempo se ha detenido a mi alrededor.
Me siento extraña, dividida, como si mi corazón hubiera viajado de inmediato para estar con el y con sus padres a la espera de noticias.
Mi fe me mantiene esperanzada y me anima a pediros vuestra valiosa ayuda.Los creyentes oramos y la oración nos mantiene unidos, da igual desde donde uno eleve sus plegarias.
Carlitos, estamos contigo.! LUCHA!!! No estas solo. Se fuerte, mi niño, ¡estamos aquí!


Pilar.