jueves, 13 de octubre de 2011

A LA ESPERA


Dicen que el tiempo definitivamente va a cambiar. Que este sol de justicia y estas temperaturas veraniegas se despiden. ¡Y vaya con la despedida!. Cuando parece que ya nos dice adios vuelve a escena como los actores de una obra de teatro que se esconden tras el telón y aparecen y reaparecen una y otra vez esperando los interminables aplausos del público. En mi armario los tonos alegres van poco a poco perdiendo colorido y conviven algodones y lanas, sandalias y botines, en un limitado espacio que pide a gritos  aire para respirar. Como está siendo lento el cambio, me voy adaptando poco a poco e incluso me estoy acostumbrando a ver las cajas apiladas en mi cuarto esperando a ser subidas al altillo del armario. Y es, precisamente  esta espera la  que me hace llegar a otras reflexiones.  Aún no he conseguido organizar  mi agenda del nuevo curso, primero, dedico todo mi esfuerzo al "encaje de bolillos "que resulta elaborar las actividades de mis hijos y después intento recomponer mi horario. Y en eso estoy ahora, sin poder mover ficha hasta que me den respuesta de algunos sitios y buscando planes alternativos por si los primeros no terminan por salir. Y tanto esperar me lleva, a ejercitar la virtud de la paciencia, porque mucha hay que tener mientras podemos seguir dando pasos.  Y en eso estamos, a la espera (para arreglar armarios y para empezar mi actividad) Y mientras espero, disfrutando un poco más.
                                                                                                                                                   Pilar

4 comentarios:

  1. Ayer lavé yo los bañadores para guardarlos definitivamente. De todo se cansa uno...
    Jaja!
    Un abrazo

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  2. Es lo que tiene esta época. Hasta que no se estabilice el tiempo los roperos están un porquitín revueltos.

    Un abrazo y feliz tarde.

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  3. Todo ejercicio de paciencia es beneficioso! Acá por el contrario aguardamos con ansias que empiece el calorcito.
    Besitos,

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  4. No es por desanimarte, pero al paso que vamos , igual pasamos un invierno calentito... Con lo que me gusta el otoño y en Madrid casi no existe, se pasa del calor al frío directamente. No hay estaciones intermedias. Besos.

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Muchas gracias por comentar mi entrada.