sábado, 28 de abril de 2012

Virus caprichoso.


Un virus caprichoso es responsable de nuestras vacaciones forzadas en el hospital. Afortunadamente la evolución es buena y si  Dios quiere volveremos prontito a casa. Los hospitales parecen llevar su  propio ritmo, se eternizan las horas en él. Salimos al pasillo deseosas de intercambiar alguna que otra palabrita con el enfermo de la habitación de al lado, pero son todos demasiado formales en esta planta, nadie pasea sus males por  los pasillos, salvo Beita, que se ha ganado el cariño de todo el personal.
 A través del cristal vemos la calle, mojada y tristona por el gris del cielo.  Hay movimiento de gente, coches que pasan, ambulancias que llegan… pero nosotras vivimos en una burbuja aislada de ruidos y prisas. Por la noche algún que otro llanto de niño nos hace recordar que no estamos en habitación de hotel aunque al día siguiente nos despierten sirviéndonos  el desayuno en  la cama. Claro está que ésta es la apreciación del acompañante sano, sin fiebre, ni dolores, ¡habría que preguntarle a Bea si pensó lo mismo cuando se vió rodeada esta mañana de batas blancas.  
Uno toma conciencia de lo que es tener salud o de lo que supone el no tenerla y aquello que hace dos días era tan importante y urgente, hoy ya no lo es tanto. Se ralentizan secuencias de nuestra vida mientras el resto sigue su curso, ajeno a todo.
Aprovecho esta "aparente inactividad" para observar y pensar en cuanto observo y mientras mi enfermita duerme, yo escribo, ocupando el tiempo, mirando el reloj, deseando volver pronto a casa y seguir, seguir de nuevo.
Por suerte, fue un parón sin importancia.

                                                                                              Pilar.




miércoles, 7 de marzo de 2012

DE DENTRO.



Un grito que te haga despertar, que te saque de este sueño profundo en el que parece que has caído.

 Una voz  fuerte que retumbe en tus oídos como un eco  insiste en ser escuchado.

Una mirada limpia y tierna que  te hable de cariño, comprensión y entendimiento.

Un abrazo mudo, al que le sobran las palabras.

Una sonrisa que sin decir lo dice todo.

Un corazón que ama, a pesar de no ser correspondido.

(me salió de dentro)
                                                                                             Pilar.




jueves, 23 de febrero de 2012

VOLVER


Nos metemos, a veces, en la rueda de las ocupaciones, de las tareas cotidianas, de lo ordinario, y vamos relegando a un segundo puesto aquello que no es prioritario, aunque querríamos, sin embargo, que sí lo fuera.

A menudo, pasamos por la vida de puntillas, sin que apenas se note nuestra presencia, pero no es humildad lo que esconde esa actitud, sino más bien, falta de entrega, de compromiso, de coherencia, de confianza, de esperanza tal vez.

Descansar, romper con el día a día es suficiente para caer en la cuenta y desear volver.

Aquí estoy, ya he vuelto.
                                        Pilar.

jueves, 19 de enero de 2012

RE-CORRIENDO CON EL TIEMPO



Parece que fue ayer cuando llegaba a la residencia de estudiantes de la calle Tutor para seguir con mis estudios en Madrid. 
Salir de casa, dejar a tus padres, lanzarte a la aventura de la gran ciudad… significaba un paso importante hacia  la responsabilidad.
De pronto uno, se encuentra inmerso en un mundo de ruidos, de emociones, de vivencias, donde nuevas amistades surgen sin buscarlas, donde los sentidos se abren a la par que uno  conoce nuevas cosas, donde se añora también, lo que queda atrás, el calor de la casa y los que en ella permanecen.
Parece que fue ayer cuando caminaba a paso rápido por la calle Princesa,  o cuando bajábamos al Parque del Oeste a respirar un poco de aire puro después de horas de encierro delante de los libros.
Parece que fue ayer cuando acepté ser la novia del que hoy en día es mi marido, en un Madrid lluvioso y frío de una tarde de Enero.
Parece que  fue ayer, parece… solo parece.
No nos da  “el tiempo”  opción a detenernos, ni enlentecer el paso y tomar un respiro.   Con marcha atlética avanza y con él nuestra historia sigue su ritmo. Curiosa esta manera de vivir, pegados siempre a un” tiempo” del que no podemos separarnos.
Disfrazado de ayer, de hoy o de mañana,  nos tiene prisioneros.

¡Cuánto vivido juntos.! ¡Cuánto recorrido! Pero no fue ayer, solo lo parece…

                                                                       Pilar.

lunes, 2 de enero de 2012

DE LA MANO...


De la mano, paseamos calle arriba.

Parece que  nos hubiéramos puesto de acuerdo en salir y nos hubiéramos lanzado a la calle todos a una.

Alguien insinuó lo conveniente de estirar las piernas y respirar aire fresco y hemos aceptado la propuesta con agrado.

Disfruto de mi conversación animada y mi paso acompasado a sus pasitos cortos. Caminamos, digo, de la mano, con cuidado de no soltarla y perderla de vista entre la multitud.

Con su media lengua me cuenta historias y pregunta con la curiosidad de un niño que quisiera saberlo todo. Desde su altura, descubre su pequeño mundo, y levanta su mirada hasta encontrarse con la mia.

Me pregunto cómo se verá la vida desde abajo, cómo debe sentirse uno entre las piernas de los adultos que te aprisionan al hacerse hueco en el ascensor y siento cierto agobio al intentar ponerme a su altura. La descubro sencilla y humilde  porque en su percepción  no existen miradas altaneras, porque depender de la ayuda de los demás no le acompleja, ni humilla.  Porque el mirar hacia arriba le hace crecer en deseos de llegar más alto y porque acepta su pequeñez, como algo suyo, como el arma que le hace saberse querida  y mimada.

En mi fuero interno desearía que los segundos duraran minutos y las horas se prolongaran y el tiempo se estirara como una goma elástica para así poder disfrutar más de la inocencia de los primeros años.

Ya no habrá un quinto.

Cuatro hijos, ésta es mi aportación, ¡no está mal!, aunque la decisión de no aumentar el número viniera algo forzada.

Ojalá existiera la posibilidad de tener siempre un pequeño en nuestras casas para que el espíritu jóven se mantuviese siempre vivo. Hay  quienes dicen que los hijos  rejuvenecen, yo, tanto, no diría, pero sí coincido en que vivir con niños pequeños le obliga a  uno a mantener la ilusión por hacerle descubrir el  mundo que tiene por delante.  Aún seguimos  con las tareas pendientes de enseñar a montar en bicicleta, lanzarnos sin  manguitos a la piscina y… (lo que peor llevamos) ver hasta la saciedad los animados dibujos de Bob esponja.


De la mano, paseamos calle abajo, de regreso a casa.

                    Pilar









martes, 20 de diciembre de 2011

Ojalá



Ojalá tuvieramos siempre la palabra perfecta en el momento oportuno,  el comentario apropiado para cada ocasión, como frase de película.

 Ojalá supieramos esquivar los comentarios hirientes, que tratan de hacer diana en nuestro corazón sensible.

Ojalá supieramos hacer equilibrios y nada a nuestro alrededor nos hiciera tambalear.

Ojalá pudieramos pasar de puntillas por  aquello en donde no quisieramos dejar huella.

Ojalá pudieramos hacer la vida más fácil a todo aquel que vive a nuestro alrededor.

Ojalá...

                                                   Pilar.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Vasitos de Foie

                        (no me dió tiempo a hacer foto, se lo comieron tan rápido...)

Hace unos días asistí a una clase de cocina para recoger ideas para estas fechas. Hoy traigo aquí uno de los aperitivos, aunque traeré algún otro más adelante.

Los vasitos de foie son sencillísimos de hacer, y le da ....muuuucha categoría a nuestro menú Navideño.

Ingredientes:
200 gramos foie mi-cuit
100 ml calde de ave. (sirve el de caja)
150 gramos de nata líquida para cocinar.
Pimienta, sal.
Canela, clavo, nuez moscada.

Modo de hacerlo:
Triturar el foie con el caldo, sazonar y colar ( importante lo de colar para que no queden hebras ni grumos.) Mezclar con la nata y las especias y dejar reposar en la nevera.
Sacar del frigorífico un poquito antes de tomarlo para que recupere un poco el sabor.

Yo lo he adornado con virutas de foie. (Congelar un poquitín de foie y rallar unas ritiras finas)

Se puede tomar bebido, aunque queda espesito o con cucharitas pequeñas.

¡Que aproveche!

Se admiten sugerencias de recetas de aperitivos fáciles y ricos.
PIlar.