sábado, 28 de abril de 2012

Virus caprichoso.


Un virus caprichoso es responsable de nuestras vacaciones forzadas en el hospital. Afortunadamente la evolución es buena y si  Dios quiere volveremos prontito a casa. Los hospitales parecen llevar su  propio ritmo, se eternizan las horas en él. Salimos al pasillo deseosas de intercambiar alguna que otra palabrita con el enfermo de la habitación de al lado, pero son todos demasiado formales en esta planta, nadie pasea sus males por  los pasillos, salvo Beita, que se ha ganado el cariño de todo el personal.
 A través del cristal vemos la calle, mojada y tristona por el gris del cielo.  Hay movimiento de gente, coches que pasan, ambulancias que llegan… pero nosotras vivimos en una burbuja aislada de ruidos y prisas. Por la noche algún que otro llanto de niño nos hace recordar que no estamos en habitación de hotel aunque al día siguiente nos despierten sirviéndonos  el desayuno en  la cama. Claro está que ésta es la apreciación del acompañante sano, sin fiebre, ni dolores, ¡habría que preguntarle a Bea si pensó lo mismo cuando se vió rodeada esta mañana de batas blancas.  
Uno toma conciencia de lo que es tener salud o de lo que supone el no tenerla y aquello que hace dos días era tan importante y urgente, hoy ya no lo es tanto. Se ralentizan secuencias de nuestra vida mientras el resto sigue su curso, ajeno a todo.
Aprovecho esta "aparente inactividad" para observar y pensar en cuanto observo y mientras mi enfermita duerme, yo escribo, ocupando el tiempo, mirando el reloj, deseando volver pronto a casa y seguir, seguir de nuevo.
Por suerte, fue un parón sin importancia.

                                                                                              Pilar.




5 comentarios:

  1. Pilar me alegro que no sea nada importante, yo que he sido muchas veces habitante de hospitales soy consciente de la monotonía, de las interminables horas y del no saber que hacer cuando eres acompañante pero también he sido el que estaba en la cama y ver el mundo en ese trocito de ventana, es algo que se podría definir con la palabra "melancolía".

    Un beso y pronto a casa

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  2. Mucho ánimo y que podáis volver pronto a la rutina, ¡bendita rutina!

    Un beso grande

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  3. De todo se aprende. En todo hay una parte buena que encontramos si queremos encontrarla.
    Me alegro de que haya sido algo "light", despue´s de todo.
    Un besazo a las dos.

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  4. Me alegra mucho, Piar encontrarte de nuevo, aunque siento que sea desde el hospital y espero que tu acompañada se encuentre ya del todo bien.

    Me encantó tu post De Dentro y me gusta que lo titularas así, fíjate yo creo que lo que mejor he hecho en la blogosfera ha sido bautizar mi blog con ese nombre,jajaja...

    Un beso con mi cariño, guapa

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  5. Soy Capuchino, te digo esto porque creo que yo también tengo un pequeño constipado en el ordenador y me sale el otro blog que tengo.

    Todo pasará, no te preocupes. Las virasis son incómodas.

    Un beso.

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Muchas gracias por comentar mi entrada.