Después de un viaje a Amsterdam y tras visitar la casa de
Ana Frank decidí leerme el diario que esta niña escribió durante los dos
años que vivió escondida de los alemanes. Impresiona su historia al leerla, su manera de expresar sus sentimientos, su naturalidad, sentido del
humor y simpatía. Impresiona y mucho pisar el suelo que ella pisaba , y
descubrir que aún siguen en las paredes del cuarto las fotografías que allí ella dejó pegadas. Situarte en la historia, traer al presente lo que ocurrió en el pasado. Esta casa," la casa de atrás" como ella misma la llamaba puede ser visitada ahora convertida en museo. Su padre, el único superviviente de los que allí se escondieron publicó el diario de su hija para que pudiera darse a conocer al mundo. Cuántas personas hoy en día se sienten atrapadas, privadas de su libertad, faltos de valor para enfrentarse a la vida, hundidos, sin luz, dejando que el último rescoldo de esperanza se enfríe.
Ana Frank tiene mucho que enseñarnos. Su libro me hace despertar, me empuja a pensar en positivo, me redescubre el valor infinito que cada persona guarda en su interior. Me habla de luchas, de ilusiones, de deseos, de amor, de tristeza, de rebeldia, de ternura. Me habla de ideales,me habla de Dios.
Una buena lectura, que puede ayudarnos a entrar en nuestro interior para intentar sacar fuera lo mejor de nosotros mismos. Lo recomiendo, especialmente para estos días de Otoño que el tiempo invita a quedarse en casa.
Pilar
Lo leí hace años, sin embargo ahora creo que estoy más preparada para encontrarle más sentido y provecho. Así que si me lo dejas, lo vuelvo a leer encantada.
ResponderEliminarBesos y buen finde.
Uff, recuerdo cuando lo leí. Tendría yo los 16 o 17 años. Qué pasada de llorar, pero sí, es un libro que deja huella.
ResponderEliminarLa verdad es que me encantó, tanto que se lo regalé a mi hija para que ella también lo leyera.
Un besote
No puedes imaginar cuánto me alegro de que hayas vuelto a escribir.
ResponderEliminarTe echaba muchísimo de menos.
Un beso.
Lo leímos el año pasado en el Club de Lectura Fácil, para personas con discapacidad intelectual y con capacidad lectora, y lo que más llamó la atención de la historia es cómo Anna, incluso en las peores circunstancias sabía ver la vida con esperanza; sin duda una gran lectura y una gran lección. Gracias Pilar por tu sugerencia y por tu blog.
ResponderEliminarUn beso.