Es tarde de salón de invierno, de sillón de oreja y mesa camilla.
No habrá paseo, el día desapacible no invita a salir a la calle
Parece que estuviera obligada a hacer algo, como si descansar fuera "no hacer nada"
No hay ruido, sólo silencio, tranquilidad.
Si estamos todos en casa ¿Por que parece que estuviera sola?
Extraña sensación de soledad.
Sola, con mis pensamientos, fieles compañeros.
Disfrutando de este improvisado aislamiento, del mismo que en otras muchas ocasiones he salido huyendo.
Soledad que desgarra el alma o que hace descansar el espíritu.
La misma palabra, distintas percepciones...
Fin del aislamiento, fin del silencio, fin de la soledad. Demasiado corto. ¿ O no?
Pilar
De vez en cuando debería ser obligatorio un rato con la soledad de uno mismo...
ResponderEliminarUn abrazo
No hacer nada es una de las cosas más importantes por hacer.
ResponderEliminarEntrañables momentos...¡los que conseguimos pasar con nosotros mismos!
ResponderEliminarEsta noche es noche de salón, de mesa de camilla al calorcito suave. Está lloviendo tanto que no apetece nada más que descansar haciendo nada de nada. Oir música, leer y alguna otra cosa sin molestar al silencio.
ResponderEliminarPreciosa entrada.
Un abrazo y feliz noche.
A veces son buenos esos momentos de soledad, otras pesan demasiado, espero que éste último no sea tu caso!
ResponderEliminarUn besazo
Yo también me he sentido incómoda a veces al no estar haciendo nada en alguna ocasión, y ahora creo en lo necesario que es poder contar con esos momentos de soledad y paz dedicados a uno mismo. Momentos valiosos y que dan gasolina para continuar en nuestras tareas.
ResponderEliminarBesos.
Esos momentos de silencio y soledad nos llenan el alma.
ResponderEliminarque tengas una buena semana.
un abrazo.
Bueno, cómo va lo de la mantita y el sillón?
ResponderEliminarPero aunque el tiempo sea desapacible y hay que seguir
Un besote
Gracias por comentar en mi blog.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y feliz día.