martes, 27 de septiembre de 2011

¿CUAL ES TU SECRETO?


No quería desaprovechar la oportunidad que tenía de ver tu obra, expuesta en Madrid.  Habrás sido testigo, desde arriba de la gran afluencia de personas que han acudido a conocerte un poco más, desde que la organización de la JMJ decidiera dedicarte un espacio.
Tenía mucho interés en acudir a esta exposición que con el título: “Vida y espiritualidad de la Madre Teresa de Calcuta” me pedía a gritos que hiciera una señal en mi agenda para no pasarlo por alto.
Todo el  mensaje recogido en paneles y las fotos que se presentan son un testimonio directo de tu vida pero lo que más me impactó de mi visita fue la impresión que producía en nosotros aquello que estábamos viendo. Uno puede acudir a un museo y disfrutar de la obra que contempla, deleitarse ante algo realmente bello, pero esta admiración hacia tu persona es algo más profundo.

¿Qué fuerza tuvo esta mujer para llegar a conseguir tanto bien entre los pobres? ¿Qué fuerza interior se necesita para poder llevar a cabo esta labor que con tanta dureza y tan cargada de realidad se me muestra en todas estas fotos? – estas preguntas y otras muchas iban saliendo de dentro, de mi corazón tocado y conmovido.
Al fondo, en una sala, que casi paso por alto,  un letrero en la pared dice:
     MI SECRETO ES MUY SENCILLO:    YO REZO
Tu réplica, ante la imagen de un Cristo Crucificado  daba respuesta a tantas preguntas de tanta gente. .. No sólo yo me emocioné, éramos muchos los que quedábamos mudos, humedecidos nuestros ojos, sobrecogida nuestra alma.
Qué gran lección, Madre Teresa. Aún hoy, que ya han pasado varios días desde que fuera a ver tu obra  resuena en mi interior esta humilde pero poderosa frase.  ¿Me permites compartir tu secreto?

                                                                                                          Pilar

Exposición prorrogada hasta el 16 de  Octubre.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

APRENDERÁS

                                                                                       

Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer a un alma, y aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad.
Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas... comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.

Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado...aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas... aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma.... descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla y que tu también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida.

Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias, y que no importa qué es lo que tienes, sino a quién tienes en la vida y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir.

Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian. Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o simplemente nada, sólo por el placer de disfrutar su compañía. Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuándo será la última vez que las veamos.

Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos.

Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar. Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto.

Aprenderás que no importa a dónde llegaste, sino a dónde te diriges y si no lo sabes, cualquier lugar sirve...

Aprenderás que si no controlas tus actos, ellos te controlarán y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuán delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados.

Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias...

Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica. Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte. Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos.

Aprenderás que hay mucho más de tus padres en ti de lo que supones.
Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese porque le estarás quitando la esperanza.

Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho a ser cruel. Descubrirás que sólo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben cómo demostrarlo... o siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo.

Aprenderás que con la misma severidad con que juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado.

Aprenderás que no importa en cuántos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles.

Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores.

Entonces y sólo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía más.

                                                                                    
                                                                                                 Borges

jueves, 15 de septiembre de 2011

ADAPTÁNDONOS


Me temo que no logré sumergirme en ese silencio que deseaba encontrar tras los ajetreados días en Madrid, porque si aquellos días fueron intensos, no lo fueron menos los siguientes.
Sin embargo, como partículas en suspensión que van cayendo al fondo cuando llega el reposo  así siento yo que mis ideas van poco a poco posándose conforme el tiempo transcurre y todo se vuelve  más tranquilo.
…Todos en casa hemos vuelto a nuestras obligaciones. Con el cierre de las piscinas parece que el verano estuviera obligado a decir adios aunque el calor se deja sentir aún con fuerza dando sus últimos coletazos.
Por todas partes  oigo hablar de rutina, con deseo ardiente de que llegue para algunos, con pereza de entrar de nuevo en ella para otros.
Lo cierto es que, los horarios fijos vuelven a adueñarse de mi tiempo para traer algo de orden a mi día a día.
De buena gana prolongaría este año mis vacaciones…
¡Cómo me está costando bajarme de este vagón, para subirme a otro, aunque mis pilas estén cargadas después de estos estupendos meses de verano.!
No estoy preparada para los días cortos, ¡no!, ¡aún no.! Estos días que nos quedan los tengo que aprovechar.
            Pilar.